Félix Maradiaga califica de “irresponsable” al jefe del Ejército de Nicaragua por involucrar a la institución en una guerra fría
El exreo político Félix Maradiaga calificó de irresponsable al jefe del Ejército de Nicaragua, Julio César Avilés por involucrar al cuerpo armado nicaragüense en una peligrosa polarización global, una retórica que está alineada al discurso de la pareja dictadorial de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
“El general Avilés insinúa que el Ejército ya ha tomado partido en el conflicto que se vive entre el bloque antioccidental presidido por China y Rusia contra las democracias en Europa y Estados Unidos. Estamos viendo poco a poco el irresponsable involucramiento de las fuerzas armadas de Nicaragua en una guerra fría, en un potencial conflicto global, al cual Nicaragua no debería pertenecer. El mundo vive momentos bien peligrosos y lo mìnimo que esperarìamos del jefe del Ejèrcito es prudencia y aprendizaje sobre los altos costos en vida inocentes, que ya le tocó una vez a Nicaragua por involucrarse en otra guerra frìa”, dijo el opositor.
Avilés viajó la semana pasada a China para participar en varios eventos, que abarcó encuentros con las fuerzas armadas asiáticas. Durante un foro, el sancionado cerró fila a favor de China, Irán, Rusia y Corea del Norte, acusando a “potencias hegemónicas”, entre estas Estados Unidos, de orquestar una estrategia “para establecer condiciones que favorezcan sus estrategias unipolares de posicionamiento pretendiendo continuar con su dominación del escenario global”.
“No descartamos, que en el corto-mediano plazo otras regiones del mundo, puedan verse amenazadas por el fortalecimiento de asociaciones en materia de seguridad y defensa con Estados Unidos, que, en vez de contribuir a la seguridad y paz mundial, generan inestabilidad en distintas regiones del planeta, atentando contra su estabilidad y pregonando como objetivo de dichas alianzas, contrarrestar la influencia de la República Popular China”, afirmó.
Nicaragua entrega a Honduras a presunto narco buscado por EEUU
David Elías Campbell fue transferido a las autoridades hondureñas en un puesto fronterizo en virtud de una orden de arresto internacional, luego de haber estado prófugo durante cinco años en su país.
“Capturamos en frontera con Nicaragua a David Elías Campbell, por notificación roja de Interpol por: 1) conspiración de extorsión; 2) conspiración para exportar cocaína; 3) posesión de ametralladoras; 4) conspiración por usar ametralladoras y otros”, escribió el ministro de Seguridad hondureño, Gustavo Sánchez, en la red X (antes Twitter).
Campbell está sujeto a un pedido de extradición de Estados Unidos, donde un juzgado del Distrito Sur de Nueva York lo acusó en 2021 de cargos de conspiración, importación de cocaína, homicidio, posesión de ametralladoras y lavado de dinero.
Dora María Téllez: “Tiene que haber justicia en una transición democrática”
En 1978 fue la “Comandante Dos” del asalto guerrillero del FSLN al Palacio Nacional, y después la jefa político-militar del Frente Occidental Rigoberto López Pérez, que liberó la ciudad de León durante el derrocamiento de la dictadura de Anastasio Somoza, en julio de 1979. Durante el gobierno revolucionario de los años 80, la estudiante de Medicina que dejó la universidad para sumarse a la lucha armada –“porque no tuvimos otro remedio para cambiar la condición que tenía Nicaragua”, dice– fue primero representante ante el Consejo de Estado y después ministra de Salud.
Tras el retorno al poder de Daniel Ortega en 2007, Téllez hizo una huelga de hambre en pleno centro de Managua, en septiembre de 2008, para protestar por la cancelación arbitraria de la personería jurídica del MRS, y formó parte activa de la oposición democrática a la nueva dictadura familiar de Ortega y su esposa, Rosario Murillo, que entró en crisis con el estallido de la rebelión ciudadana de abril de 2018.
Empeñada en promover una transición democrática tras la caída de la dictadura de Ortega, asegura que no aspira a desempeñar un rol público en el futuro, pero sí tiene claro a qué se va a dedicar: “Una vez que salga de la Directiva Nacional de Unamos (antes el MRS), me quedo haciendo política, opinando, pero no tengo ninguna aspiración de cargos ni de tener una función pública. Yo creo que este es un trabajo de otra generación que tenga más tiempo para delante que para atrás, mi generación de alguna manera va de salida, y estoy en la etapa de transición entre un modelo de hacer política de un partido, y otro que tengo que perfilar”.
Fuente: La Prensa, Artículo 66, Confidencial